Phillips 66 es una técnica de enseñanza y aprendizaje colaborativa creada por J. Donald Phillips en la institución de educación superior Hillsdale College, en Michigan (EE.UU.). Su nombre proviene de su creador, del número de miembros en cada grupo (6 personas) y del tiempo dedicado a la discusión (6 minutos). Es común que, después de una discusión inicial, los grupos compartan sus conclusiones con el resto de la clase o en una asamblea más grande. Esta técnica fomenta la participación activa de las y los estudiantes, permite explorar una variedad de perspectivas en un corto período de tiempo y puede utilizarse para revisar información, generar ideas o promover el pensamiento crítico sobre un tema determinado.
Objetivos
El principal objetivo de la práctica Phillips 66 es asegurar que todas y todos los participantes estén involucrados y contribuyan a la discusión, incentivando la participación incluso de aquellos que suelen ser más reservados en grupos grandes. Otros objetivos incluyen:
a) Desarrollar habilidades de comunicación y expresión verbal entre las y los estudiantes.
b) Estimular el pensamiento crítico y reflexivo sobre temas específicos.
c) Promover la colaboración y el trabajo en equipo, valorando la contribución de cada miembro del grupo.
d) Fomentar la participación activa de todas y todos, asegurando que cada voz sea escuchada.
e) Practicar habilidades de gestión del tiempo al limitar las discusiones a segmentos de seis minutos.
f) Reforzar conceptos e ideas abordadas en clases o materiales de estudio, facilitando la retención de información.
g) Fomentar un ambiente de respeto mutuo, donde las y los estudiantes aprendan a escuchar y considerar diferentes perspectivas.
h) Identificar áreas de incertidumbre o duda, permitiendo al educador adaptar futuras instrucciones o aclaraciones.
i) Incentivar la autoevaluación y la reflexión sobre el propio aprendizaje y contribución a las discusiones.
j) Capacitar a las y los estudiantes para sintetizar y presentar información de manera concisa ante sus compañeros.
Requisitos
Los requisitos para que la práctica ocurra de manera productiva son:
Espacio
El ambiente debe permitir la formación de pequeños grupos en los que todas y todos los participantes puedan verse y escucharse. Salas amplias o con mesas móviles son ideales.
Tiempo
La duración de las discusiones en los grupos debe ser de exactamente 6 minutos. El tiempo para el intercambio depende del número de grupos, pero debe reservarse al menos 1 minuto para que cada grupo comparta sus conclusiones, y algunos minutos para consideraciones finales.
Participantes
Idealmente, un número que sea múltiplo de seis para facilitar la formación de grupos. Sin embargo, si es necesario, los grupos pueden ajustarse para tener más o menos de seis personas.
Temática
El tema debe presentarse antes de la división de los equipos, asegurándose de que todas y todos comprendan el objetivo de la dinámica.
Mediación
Una persona debe actuar como facilitadora para presentar el tema, monitorear el tiempo y guiar la discusión general. Debe dejar claras las reglas y el objetivo de la discusión para garantizar una participación productiva.
Materiales de apoyo
Un proyector o pizarra para mostrar preguntas, temas o resumir los puntos discutidos. También un espacio para anotaciones compartidas, como una pizarra blanca, rotafolios o un área similar (puede ser útil para que los grupos compartan sus ideas después del debate). Un cronómetro para garantizar que la discusión en grupos se limite a seis minutos. Papel y bolígrafos para que los grupos anoten sus puntos principales, ideas o comentarios.
Procedimientos
La práctica Phillips 66 es una estrategia de discusión colaborativa que promueve la participación activa y facilita el intercambio de ideas en un corto período. Para esta práctica, se recomiendan los siguientes procedimientos:
Definir el tema: La facilitación presenta una pregunta o tema específico para que las y los participantes lo discutan.
Formación de grupos: Se dividen en grupos de seis personas. Si el número de participantes no es múltiplo de seis, se pueden hacer pequeños ajustes en el tamaño de los grupos.
Discusión en grupos: Cada grupo tiene seis minutos para discutir el tema presentado. Durante este tiempo, todas las personas del grupo deben tener la oportunidad de compartir sus pensamientos y opiniones.
Monitoreo del tiempo: La persona facilitadora debe controlar el tiempo para garantizar que todos los grupos tengan exactamente seis minutos para su discusión. Es esencial ser riguroso con el tiempo para mantener el ritmo de la actividad.
Compartir con el grupo mayor: Después de la discusión, cada grupo selecciona a un representante para que comparta un resumen de las ideas o conclusiones con la clase o asamblea. Este tiempo también puede limitarse para mantener la dinámica de la actividad.
Retroalimentación y reflexión: Una vez que todos los grupos han compartido sus ideas, la facilitación puede guiar un debate abierto o reflexión sobre el tema. Este es el momento de aclarar puntos, profundizar en las ideas o identificar consensos y diferencias.
Conclusión: La facilitación puede cerrar la actividad resumiendo los principales puntos debatidos, destacando las ideas más relevantes e indicando los próximos pasos o las medidas que deben tomarse a partir del debate.
Aplicaciones
En la práctica Phillips 66, con su estructura flexible y enfoque en discusiones colaborativas, algunas aplicaciones posibles incluyen:
- Revisión de contenido: Después de una sesión de capacitación o clase, la técnica puede utilizarse para repasar y reforzar los puntos clave abordados, permitiendo que las y los participantes discutan lo que aprendieron y aclaren dudas.
- Brainstorming: En situaciones que requieren la generación de ideas, como el desarrollo de nuevos proyectos o la resolución de problemas específicos, los grupos pueden usar el método para un brainstorming colaborativo y luego compartir las mejores ideas con todo el grupo.
- Toma de decisiones: En contextos donde es necesario tomar decisiones en grupo, la técnica facilita la discusión de los pros y los contras de varias opciones antes de llegar a un consenso.
- Desarrollo de habilidades de comunicación: Dado que cada grupo debe compartir sus discusiones con un público mayor, las y los participantes tienen la oportunidad de practicar y desarrollar habilidades de comunicación y presentación.
- Retroalimentación y evaluación: Después de una actividad o proyecto, los grupos pueden discutir lo que funcionó bien y qué necesita mejorar, proporcionando retroalimentación valiosa al/la facilitador/ o instructor/a.
- Discusión de casos: En entrenamientos que utilizan estudios de caso, los grupos pueden discutir el caso y sus implicaciones antes de presentar sus análisis y soluciones.
- Desarrollo de habilidades interpersonales: La práctica fomenta la escucha activa, empatía y trabajo en equipo, habilidades esenciales en el entorno profesional.
- Construcción de consenso: En situaciones que requieren un acuerdo o consenso, la discusión en pequeños grupos, seguida de un intercambio con el grupo mayor, puede ayudar a alinear diferentes perspectivas y encontrar soluciones comunes.
Ejemplo
Escenario: Aplicación de la técnica Phillips 66 en Producción Alimentaria
Definir el tema: El profesor presenta un escenario hipotético: “Una empresa de alimentos ha enfrentado quejas de clientes sobre la contaminación de productos. ¿Cuál sería el mejor protocolo de seguridad alimentaria para evitar estos problemas en el futuro?”
Formación de los grupos: El profesor divide la clase en grupos de seis estudiantes.
Discusión en grupos: Cada grupo tiene seis minutos para discutir y enumerar las mejores prácticas o acciones que la empresa debe adoptar para garantizar la seguridad alimentaria y evitar contaminaciones.
Monitoreo del tiempo: Usando un cronómetro, el profesor garantiza que cada grupo tenga exactamente seis minutos para su discusión.
Compartir con el grupo mayor: Después de la discusión, un representante de cada grupo presenta las conclusiones. Pueden listar prácticas como: revisión y fortalecimiento de los procedimientos de limpieza, capacitación regular del personal sobre higiene, implementación de sistemas de trazabilidad, entre otros.
Retroalimentación y reflexión: Después de que todos los grupos hayan compartido, el profesor puede dirigir una discusión sobre las prácticas mencionadas, enfatizando su importancia y, posiblemente, presentando estudios de casos reales o añadiendo información relevante.
Conclusión: El profesor resume los puntos clave discutidos, destaca la importancia de la seguridad alimentaria y refuerza que la prevención es siempre la mejor estrategia. También puede sugerir lecturas adicionales o recursos para que las y los estudiantes exploren el tema más a fondo.
Consejos para la realización en formato en línea
Algunos consejos para viabilizar la práctica en formato en línea:
Herramientas: Utiliza recursos tecnológicos adecuados para la comunicación, como Zoom, Microsoft Teams o Google Meet. Todos permiten la creación de salas simultáneas para que diferentes grupos puedan trabajar, además de otras funciones como compartir pantalla, chat y grabación.
Preparación: Es importante que las herramientas sean probadas con anticipación y que todas las y los participantes tengan acceso y estén capacitados en su uso. Proporciona una agenda clara con enlaces, horarios y expectativas para cada sesión, además de tutoriales y videos para que puedan prepararse previamente.
Proceso: Dado que el tiempo es un elemento crucial en esta práctica, puede ser útil mostrar un cronómetro con una cuenta regresiva visible para todos o enviar recordatorios cuando el tiempo esté por agotarse.
Referencias
Technique library, de J. Martin, R. Bell, E. Farmer e J. Henry.
Phillips 66: a técnica que ajuda no desenvolvimento dos estudantes
https://desafiosdaeducacao.com.br/phillips-66
Phillips 66: possibilidade de uma intervenção pedagógica, de Sabrina Monteiro
https://www.redalyc.org/journal/5606/560662195008/html/