La práctica del Rompecabezas es una técnica de aprendizaje colaborativo que divide a las personas participantes en grupos pequeños. Cada integrante del grupo se convierte en “especialista” en una parte específica del contenido que se va a estudiar. Después de estudiar individualmente, las personas participantes regresan a sus grupos originales y se enseñan mutuamente lo que han aprendido. Finalmente, analizan en conjunto cómo las diversas partes del contenido se complementan y en qué se diferencian. Este método optimiza el uso del tiempo, fomenta la colaboración y la responsabilidad individual en el aprendizaje, y asegura que todas las personas del grupo tengan acceso al conocimiento colectivo.
Esta práctica también desarrolla habilidades transversales, como la comunicación, la colaboración, la responsabilidad hacia los demás y la capacidad de análisis en la búsqueda de complementariedad y diferenciación.
Objetivos
El Rompecabezas tiene como objetivo proporcionar un proceso de adquisición de conocimientos, pero también desarrollar habilidades sociales, respeto mutuo y promover una cultura de aprendizaje colaborativo. Además, otros objetivos incluyen:
a) Promover la colaboración, haciendo que las y los estudiantes trabajen juntos y compartan información;
b) Fomentar la responsabilidad individual, ya que cada persona es responsable de aprender y enseñar una parte específica del contenido, lo que puede aumentar su compromiso;
c) Crear interacciones significativas, donde cada persona se convierte en guía al compartir lo que ha aprendido;
d) Incrementar el compromiso al profundizar más en los temas de estudio;
e) Estimular la diversidad y la inclusión al valorar a cada integrante del grupo, ya que todas las personas tienen un papel crucial en la construcción del conocimiento colectivo;
f) Facilitar la cobertura eficiente del contenido al dividirlo entre las personas participantes, abordando una cantidad significativa de información en menos tiempo.
Requisitos
Los requisitos para que la práctica ocurra de manera productiva son:
Espacio
El ambiente debe facilitar el trabajo colaborativo, tanto en grupos pequeños como en discusiones en grupos más amplios. Para el Rompecabezas, el espacio debe permitir trabajo individual, en grupos de especialistas y en grupos para compartir aprendizajes y analizar complementariedades. El éxito de esta dinámica depende en gran parte de la planificación, la preparación y la capacidad de la persona facilitadora para adaptar la actividad según las necesidades que surjan.
Tiempo
Es importante asignar suficiente tiempo tanto para la fase de estudio de las personas “especialistas” como para la fase de intercambio entre especialistas, y para la fase de compartir en el grupo original. El tiempo necesario dependerá también del número de personas por grupo, la complejidad del contenido y el nivel de profundización deseado.
Participantes
El tamaño ideal de un grupo suele ser de entre 4 a 8 personas, dependiendo de la cantidad de subtemas o secciones del contenido. Cada persona es asignada a una sección específica del material para convertirse en “especialista”. Después, se agrupan con otras personas especialistas del mismo subtema para profundizar su comprensión antes de regresar a sus grupos originales.
Temática
En algunos casos, puede ser útil proporcionar a las personas participantes preguntas o guías para la lectura inicial y la discusión entre especialistas. También puede ser útil ofrecer elementos que ayuden a compartir información de manera eficaz y en la búsqueda de complementariedades. Antes de comenzar, es fundamental establecer reglas claras sobre el respeto mutuo, la escucha activa y la responsabilidad compartida en el éxito de la actividad y en la enseñanza y el aprendizaje del contenido. Al finalizar la actividad, una evaluación formativa o revisión puede ayudar a garantizar que todas las personas hayan comprendido el material.
Mediación
La persona facilitadora debe circular por el espacio, ofreciendo apoyo cuando sea necesario, resolviendo dudas y asegurándose de que los grupos estén funcionando bien. Aunque la estructura del Rompecabezas es clara, el facilitador o facilitadora debe estar preparado/a para adaptarse a las necesidades específicas de la clase. También le corresponde dividir el contenido en secciones claras y manejables para que cada especialista pueda aprender y enseñar su parte de manera efectiva.
Materiales de apoyo
Para proporcionar el material que las personas especialistas deben estudiar, pueden usarse textos, videos, podcasts, animaciones, etc. Se pueden utilizar recursos físicos, como fichas o post-its para organizar preliminarmente los contenidos, construir mapas mentales para resumirlos o plataformas en línea para crear presentaciones, animaciones y otros apoyos que faciliten el proceso de aprendizaje.
Procedimientos
El Rompecabezas es una técnica pedagógica colaborativa, y su ejecución puede dividirse en las siguientes etapas:
- División del contenido: antes de iniciar la actividad, la persona docente debe dividir el material didáctico o el tema de estudio en partes más pequeñas, suficientes para que una persona pueda estudiarlas en detalle dentro de un periodo determinado.
- Formación de los grupos: las y los estudiantes se dividen en grupos pequeños, generalmente de 4 a 8, llamados grupos-base o grupos iniciales.
- Asignación de las secciones: a cada integrante del grupo-base se le asigna una de las secciones del material de la que será responsable de estudiar y enseñar a sus compañeras y compañeros.
- Formación de los grupos de especialistas: después de la asignación, quienes tengan la misma sección se reúnen en “grupos de especialistas”. En este grupo, tendrán un periodo para comprender, analizar y discutir su sección específica en detalle, ayudándose mutuamente. El objetivo es que cada persona se sienta experta en esa sección particular.
- Retorno al grupo-base: una vez que se convierten en especialistas, las personas regresan a sus grupos-base. Cada integrante enseña a las demás lo que aprendió sobre su sección específica, mientras los demás escuchan activamente, hacen preguntas y toman notas.
- Evaluación formativa: tras las presentaciones en el grupo-base, la persona educadora puede hacer una evaluación para asegurar que las y los participantes comprendieron el contenido completamente. Esto puede realizarse a través de pruebas, discusiones, trabajos u otras actividades evaluativas.
- Retroalimentación y reflexión: al finalizar la actividad, es importante que las personas participantes y su facilitador/a reflexionen sobre el proceso: qué aprendieron, cómo se sintieron al enseñar y aprender en este formato, y qué estrategias fueron más efectivas. La persona docente puede hacer un resumen sobre los elementos conceptuales y reflexionar sobre cómo se desarrolló la dinámica, qué habilidades personales y transversales fueron fomentadas, y cómo esto contribuyó al éxito de la actividad y al aprendizaje personal y colectivo.
Aplicaciones
Esta práctica puede aplicarse en diferentes escenarios, tales como:
- Estudios de caso: dividir un estudio de caso complejo en varias partes o aspectos. Cada grupo se convierte en “especialista” en un aspecto y, luego, comparte sus descubrimientos y análisis con el grupo base.
- Aprendizaje de herramientas técnicas: cada grupo puede especializarse en un programa o funcionalidad específica.
- Simulaciones de negocios: en cursos de negocios o administración, las personas participantes pueden dividirse para estudiar diferentes departamentos de una empresa (Recursos Humanos, Marketing, Finanzas, etc.) y luego simular una reunión interdepartamental.
- Prácticas técnicas y procedimientos: en cursos relacionados con la salud, por ejemplo, diferentes grupos pueden enfocarse en técnicas o procedimientos específicos y luego enseñarse mutuamente.
- Revisión de regulaciones y normas: en sectores regulados, diferentes grupos pueden analizar distintas secciones o aspectos de una legislación o norma y luego informar a sus colegas sobre sus implicaciones.
- Desarrollo de proyectos: para un proyecto multifacético, diferentes equipos pueden centrarse en distintas fases o aspectos del proyecto, como la investigación, planificación, ejecución y evaluación.
- Análisis de tendencias de mercado: en cursos de Marketing o Negocios, las personas participantes pueden examinar y analizar diferentes tendencias o segmentos de mercado y luego recopilar sus descubrimientos para obtener una visión general del mercado.
- Habilidades de comunicación y presentación: esta técnica naturalmente exige que las personas participantes se comuniquen y enseñen entre sí, fortaleciendo sus habilidades de presentación y comunicación.
- Habilidades profesionales: en el desarrollo de habilidades esenciales para la carrera, diferentes grupos pueden enfocarse en temas como la redacción de currículums, técnicas de entrevista, construcción de redes y ética profesional.
- Discusión ética: para temas como la ética profesional, las personas participantes pueden analizar diferentes escenarios o dilemas éticos, discutiendo las implicaciones y posibles resoluciones.
Ejemplo
Escenario: una persona orientadora de educación y formación profesional está impartiendo un módulo de Marketing Digital a un grupo de estudiantes del curso técnico en Administración. El contenido relacionado con las estrategias de marketing digital es bastante extenso y podría resultar muy cansador si se aborda únicamente a través de una dinámica expositiva.
Objetivo: lograr que las y los estudiantes se involucren en la búsqueda activa, sistematización y estudio de diferentes estrategias de marketing digital, de manera que puedan ser agentes de su propio aprendizaje y del aprendizaje colectivo.
Preparación: inicialmente, la persona orientadora de educación y formación profesional selecciona el alcance de las estrategias y las divide en cinco temas: SEO (Optimización de Motores de Búsqueda), Marketing de Contenidos, Publicidad Pagada (PPC), Marketing en Redes Sociales y Email Marketing.
Formación de los grupos iniciales: se divide a la clase en grupos de cinco personas y a cada grupo se le asigna un subtema para especializarse.
Asignación de las secciones: dentro de cada grupo, se asigna a cada persona un subtema específico.
Formación de los grupos de especialistas: las personas asignadas a un mismo subtema se reúnen en un “grupo de especialistas”. Durante esta fase, tienen acceso a recursos, artículos, videos y otras herramientas proporcionadas por la docente para profundizar en el subtema asignado.
Retorno al grupo base: después de un periodo determinado de investigación y estudio, cada especialista regresa a su grupo inicial. Allí, comparten su conocimiento especializado, presentando conceptos clave, mejores prácticas y herramientas relacionadas, mientras escuchan y aprenden sobre los otros subtemas de sus colegas.
Evaluación: al finalizar, la docente aplica un examen o un proyecto práctico que abarque todos los subtemas. Esto fomenta que las y los estudiantes presten atención a cada presentación de sus colegas y asegura que todas las personas tengan una comprensión integral de las estrategias de marketing digital.
Retroalimentación y reflexión: una vez concluida la actividad, la docente realiza una sesión de reflexión, discutiendo con el grupo qué funcionó bien, qué podría mejorarse y cómo se sintieron respecto a la experiencia de aprendizaje.
Consejos para su realización en formato en línea/remoto
Aplicar la técnica del Rompecabezas en un entorno de enseñanza remoto es viable, y algunos consejos pueden ayudar en este proceso.
Herramientas: utiliza recursos tecnológicos adecuados para la comunicación, como Zoom, Microsoft Teams o Google Meet. Todas estas plataformas permiten la creación de salas simultáneas donde los diferentes grupos pueden trabajar, además de otras herramientas como el uso compartido de pantalla, chat y grabación. Para el estudio y la construcción colaborativa, se pueden utilizar plataformas como Google Docs, Hojas de cálculo de Google y Presentaciones de Google, que permiten a las y los estudiantes trabajar juntos en tiempo real, facilitando la colaboración y el intercambio de información. Además, plataformas como Miro, Mural, o Jamboard ayudan a compartir ideas y puntos de vista.
Proceso: en entornos virtuales, la claridad es aún más crucial, por lo que es importante proporcionar instrucciones tanto escritas como orales, verificando que todas las personas comprendan sus roles y responsabilidades. Sé claro/a respecto a los tiempos de inicio y finalización de cada fase del proceso. Dado que la comunicación remota puede ser más lenta, es recomendable dejar un tiempo adicional. También es importante fomentar la interacción y alentar a las personas estudiantes a usar video (si es posible) para facilitar una conexión más personal, además de aprovechar las funciones de chat y levantamiento de manos.
Facilitación: en entornos remotos, el rol de facilitador/a es aún más crítico. Las reuniones virtuales pueden ser agotadoras, por lo que es fundamental garantizar pausas si la sesión es larga y gestionar el tiempo para mantener la energía y el enfoque del grupo. Asegúrate de que las y los estudiantes tengan acceso a soporte técnico o recursos para ayudar con problemas tecnológicos y para aclarar sus dudas sobre el proceso.
Referencias
The Jigsaw Classroom (https://www.jigsaw.org/)
Este sitio, fundado por Elliot Aronson, ofrece información sobre la técnica rompecabezas, incluyendo su historia, cómo implementarla, preguntas frecuentes y recursos adicionales.
Jigsaw Classroom: Building Cooperation in the Classroom, de Elliot Aronson y Shelley Patnoe.
Este libro es una introducción a la técnica rompecabezas por uno de sus creadores y proporciona una visión general y pautas prácticas para su implementación.
Estratégias de Ensino e Sucesso Acadêmico, de Isabel Solé y César Coll.
Discute diversas estrategias pedagógicas, incluyendo enfoques colaborativos que se asemejan o pueden combinarse con el rompecabezas.